La epidermis es una capa muy delgada, libre de arterias y venas, constituida por unas células llamadas queratinocitos que se recambian de manera muy activa manteniendo de esta manera la frescura y lozanía de la piel. Adicionalmente existen otras células llamadas melanocitos que le dan el color propio a nuestra piel y actúan como células de protección frente a la radiación ultravioleta que viene del sol.

La dermis es la capa mas importante de la piel, muy rica en arterias y venas, tiene entre otras estructuras, un grupo de células denominadas fibroblastos, muy activos biológicamente pues de manera constante producen y eliminan fibras elástica, sustancias estructurales, de soporte e hidratación que le confieren a la piel el aspecto joven y saludable que todos deseamos tener.

De esta manera, el paso del tiempo, la polución ambiental, el sol, los cambios hormonales y otros factores contribuyen a que todos en mayor o menor grado vayamos perdiendo brillo, tono y vitalidad en la piel al igual que desarrollando manchas.

Debido a lo anterior, en la actualidad existe un creciente interés por desarrollar tratamientos regeneradores de la piel denominados bioestimulantes, que sean efectivos y mínimamente invasivos, enmarcados en la ciencia de la medicina regenerativa.