Cada vez que lo realizo lo hago con calma, porque entiendo que estoy frente a una persona única y diferente a las demás; con una necesidad, solicitud y deseo particular, que me impide hacer en ella el mismo tratamiento que realice en otra. Para lograrlo, mi compromiso personal se orienta a realizar un trabajo ético y al precio justo; a escuchar con atención y a explicar cada tratamiento en forma clara y detallada; a mantener un nivel de conocimiento y formación siempre actualizado; a utilizar métodos, productos y tecnologías medicas modernas, comprobadas, mínimamente invasivas, seguras y efectivas; a realizar cada procedimiento procurando generar el mínimo dolor, el mínimo sangrado, el mínimo riesgo, el mayor confort posible para el paciente durante y después del procedimiento; y a estar disponible para atender las dudas e inquietudes que se presenten después del tratamiento.


Entonces, y solo después de haber escuchado y analizado con atención, selecciono el procedimiento que considero me permite ofrecerle a la persona un resultado médico y estético natural y sin excesos; ajustado a su presupuesto, condición, expectativa y necesidad particular; que le ayude a vivir, verse y sentirse mejor, más joven y más feliz.